Estamos a pocas jornadas de cerrar el año 2021 y ya podemos hacer un primer análisis de cómo fue el rendimiento de los diferentes tipos de activos. Es una revisión de los rendimientos del año para entender cómo los distintos tipos de activos se vieron impactados por un escenario económico que tuvo períodos muy diferentes y bien marcados a lo largo del año.
El año 2021 está cerrando con un ritmo de inflación que fue superior a las expectativas iniciales y que le ganó por amplio margen al tipo de cambio, generando un atraso del tipo de cambio real. Las tasas de interés del BCRA se mantuvieron estables en todo el año y fueron claramente menores al ritmo inflacionario, es decir que la economía volvió a funcionar con tasas reales negativas, situación que es compatible con el esquema de controles cambiarios vigente.
Si analizamos la evolución de las diferentes cláusulas de ajuste tanto en su variación directa como en su rendimiento ajustado por la variación del dólar MEP, podemos empezar a entender los rendimientos del año. El dólar oficial apenas se depreció 21,6%, perdiendo 15,8 puntos con respecto al dólar MEP.
Producto del aumento del costo del cable, el dólar CCL le ganó al ME por 2,7 puntos, acumulando un incremento en el año del 48,4%. Aunque el mayor rendimiento estuvo en el índice CER, que aumentó 50,8%, rindiendo por arriba del dólar MEP y del CCL.
La tasa de interés, tomando como referencia a la Badlar, le ganó claramente al tipo de cambio, pero fue negativa en términos reales y perdió también contra los dólares financieros. Quien hizo un plazo fijo a fines de 2020, hoy tiene casi un 40% más de pesos, pero perdió 3,4% con respecto al dólar MEP.
Hasta ahora analizamos las diferentes cláusulas de ajuste, pero el análisis puede ser algo diferente si lo enfocamos en determinados activos puntuales, porque más allá del ajuste implícito, está el efecto de la variación en los precios. Por eso analizamos el rendimiento que hubiera alcanzado un inversor que hubiera optado por colocar $10.000 a fines de 2020 en cada uno de los diferentes activos y decidiera venderlos a fin de 2021.
Está claro que rendimiento pasado no implica resultados a futuro, pero este tipo de análisis sirve para comprender mejor cómo se comportaron los diferentes activos ante los cambios que se fueron generando tanto en el escenario económico como en el proceso de formación de expectativas. Y sobre todo para identificar cuáles son las mejores estrategias de cobertura en cada caso, considerando que el retorno final será una combinación del devengamiento de cada instrumento y de la manera en que evolucionen los precios de cada activo.