En las últimas semanas se conocieron algunos datos que ponen en duda el cumplimiento de las metas acordadas con el FMI para el segundo trimestre del año. Los datos más complicados se vieron en el frente fiscal, donde la expansión del gasto supera ampliamente a la inflación interanual, aun considerando que los gastos por efecto de la pandemia son ahora menores que en 2021. Esta es sin dudas la principal preocupación, porque es el principal problema estructural de la economía local y el desencadenante del resto de los desequilibrios. Por eso nos preguntamos si se llegan a cumplir las metas y cuáles son las implicancias si no se logra alcanzar los objetivos.
El desequilibrio fiscal acumulado en los primeros 4 meses del año es de $271.920 millones y compara con una meta para el segundo trimestre del $566.800 millones. Si acotamos el análisis a esas cifras, la situación no luce complicada, porque son $68.000 millones de déficit por mes y queda un margen de casi $150.000 millones mensuales para los dos meses siguientes. El problema es que el desequilibrio de los primeros 4 meses incluye ingresos extraordinarios por $200.000 millones (diferencia por la reapertura de instrumentos de deuda con ajuste CER).
Esa operatoria ya no se puede repetir, porque se acordó con el FMI contabilizar solamente ese total para el cumplimiento de la meta. Si neteamos ese efecto, el déficit primario ya es de $118.000 mensuales y el margen hacia adelante es bajo, porque en junio se produce el pago de aguinaldos y está comprometido el IFE. En mayo la recaudación del impuesto a las ganancias puede ayudar, pero igualmente se requiere un esfuerzo significativo en otras partidas si se intenta cumplir la meta.
Igualmente, más allá del cumplimiento de esta meta, hay algunos datos específicos que generan preocupación.
Con estos datos, la posibilidad de cumplir con la meta fiscal del segundo trimestre queda vinculada exclusivamente al nivel de recaudación de impuesto a las ganancias que se haya logrado en mayo. Si no se logra una recaudación récord, será necesario solicitar un waiver por incumplimiento de la meta.
El resto de los objetivos trimestrales muestran grados de cumplimiento diversos.
El análisis realizado deja en evidencia que existe una probabilidad alta de que no se logren cumplir las metas cuantitativas. De todas maneras, excepto en el frente fiscal, se ven esfuerzos para tratar de que los desvíos no sean significativos. Consideramos que en la primera revisión y dadas las nuevas disrupciones que se han presentado en el frente internacional, existe una posibilidad alta de que el FMI convalide los desvíos y apruebe un waiver.
Independientemente de ello, creemos que el impacto puede ser negativo, porque los mercados vienen esperando en especial el ordenamiento fiscal y el cumplimiento de las metas para corregir expectativas. Por eso entendemos que debería ser un objetivo central lograr el mayor grado de cumplimiento posible.